Se define como la capacidad para usar los números de manera efectiva y razonar adecuadamente. Esta inteligencia incluye la sensibilidad a los esquemas y relaciones lógicas, las afirmaciones y las proposiciones (si-entonces, causa-efecto), las funciones y las abstracciones. Los tipos de procesos que se usan al servicio de esta inteligencia incluyen la categorización, la clasificación, la inferencia, la generalización, el cálculo y la demostración de la hipótesis. Entre los que dominan más este tipo de inteligencia: encontramos a los científicos, economistas, académicos, ingenieros, matemáticos entre otros.
Estrategias para desarrollar la inteligencia lógico-matemática
Las estrategias didácticas deben incorporar la participación del estudiante en el proceso de enseñanza-aprendizaje en lugar de limitarse a transmitirle información. A continuación, se mencionan los siguientes procesos que estimulan el pensamiento lógico:
Utilizar diversas estrategias de interrogación.
Plantear problemas con final abierto para que los estudiantes los resuelvan.
Construir modelos para los conceptos claves.
Solicitar a los estudiantes que demuestren su comprensión utilizando objetos concretos.
Pronosticar y verificar los resultados lógicos.
Discernir modelos y conexiones en diversos fenómenos
Solicitar a los estudiantes que justifiquen sus afirmaciones u opiniones.
Brindar oportunidades para la observación y la investigación.
Estimular a los estudiantes para construir significados a partir de su objeto de estudio.
Según Campbell, B. y Campbell, D. (2000) Existen varias clases de lógica que son “La lógica deductiva y la lógica inductiva que son las más comunes. En la lógica deductiva, la conclusión se desprende de las premisas establecidas. En la lógica inductiva, la conclusión se da paso a paso, yendo de lo particular a lo general”. En tal sentido el método científico utiliza ambas clases de lógica.
La lógica deductiva: El razonamiento deductivo parte de una regla general y se propone comprobar que los datos concuerdan con la generalización. Con frecuencia, los estudiantes observan esta lógica en acción, por ejemplo. Si el director de una escuela estipula que todo aquel estudiante que arroje piedras en el patio de la escuela sufrirá consecuencias de sus actos y un estudiante no acata la regla, los resultados son predecibles. Esta clase de razonamiento son silogismos en acción, los silogismos son argumentos estructurados compuestos por dos premisas y una conclusión y constituyen ejemplos de lógica deductiva.
Lógica Inductiva: La lógica inductiva implica razonar partiendo de hechos de los hechos particulares para llegar a una conclusión general. Empleamos la lógica inductiva cuando intentamos resolver un problema para el que no existe solo una solución única, por ejemplo, elegir una institución donde cursaremos estudios superiores, planificar actividades, el deporte que preferimos, la mejor manera de planificar un viaje. Cuando se empela el pensamiento inductivo, los diferentes elementos de la información se organizan en una generalización.
Analogías: Una clase de pensamiento inductivo son las analogías, las analogías se estructuran con dos pares o conjuntos de palabras. El primer par manifiesta relación. El segundo grupo, una vez que se lo ha completado, manifiestas una relación similar. Los sujetos de ambos pares pueden ser diferentes, pero las relaciones son las mismas. Para establecer una analogía, será necesario analizar el primer para de palabras con el fin de determinar su relación. Luego, se considerará la tercera palabra para determinar de qué manera se relaciona con la primera y cuál debería ser la palabra que falta.
Trabajar la memoria junto con el razonamiento para que tenga mayor significado.
Construir modelos y razonar sobre construcciones tridimensionales.
Realizar problemas de peso con objetos de uso corriente; monedas, libros y útiles escolares.
Utilizar los sentidos de la vista, el oído y el tacto como canales para llegar al razonamiento.
Todos nacemos con la capacidad de desarrollar este tipo de inteligencia. Las diferentes capacidades van a depender de la estimulación recibida. Es importante saber que estas capacidades se pueden y deben entrenar, con una estimulación adecuada se consiguen importantes logros y beneficios.
El pensamiento lógico matemático es fundamental para comprender conceptos abstractos, razonamiento y comprensión de relaciones. Todas estas habilidades van mucho más allá de las matemáticas entendidas como tales, los beneficios de este tipo de pensamiento contribuyen a un desarrollo sano en muchos aspectos y consecución de las metas y logros personales, y con ello al éxito personal.
Autor : César Ferrer
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Fuentes consultadas:
Armstrong, T. (2004). Inteligencias múltiples. Madrid, España: Narcea.
Campbell, L.; Campbell, B. y Dickinson, D. (2000). Inteligencias múltiples, usos prácticos de enseñanza y aprendizaje. Buenos Aires: Troquel.
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